CONSEJOS PARA HACER DEL MATRIMONIO ALGO MiNIMAMENTE SOPORTABLE

 

Recordarás a tu mujer que tus obligaciones de padre finalizaron después
del coito.

Zanjarás cualquier discusión con un determinante <ˇSí cariño!>

Guardarás inexcusablemente el sábado para poder salir con tus amigotes y
liberar esa tensión acumulada.

Considerarás la cocina como un lugar sagrado para tu mujer, y no
profanarás esta estancia con tu presencia.

Pensarás en tu casa como en un hotel: comer, cenar y dormir y no
necesariamente todos los días.

Evitarás dejar a su alcance las cosas valiosas, como por ejemplo el coche,
las tarjetas de crédito o el mando a distancia de la TV.

Afirmarás incluso con visibles muestras de enojo, que esas manchas de
carmín en tus camisas se deben única y exclusivamente a la desidia que pone
al lavar tu ropa.

Blindarás tu futuro contra lo que pudiera pasar, haciendo separación de
bienes desde el primer día.

Repartirás las tareas de la casa en partes iguales: tu mancharás y ella
limpiara, tú las tareas de pensar y ella a lo manual; en resumen, que ella
trabaje y tú a descansar que para eso te partes el lomo currando para llevar
los duros a casa.

Para que no te acusen de marido machista y retrógrado, sé generoso y
divide el hogar equitativamente: para ella la cocina, la despensa y el baño
y para ti lo que quede.

Déjale claro cual es el ABC del marido: Amigotes, Bar y Cachondeo.

Cúbrete las espaldas. Guarda una caja de aspirinas en la mesilla para
combatir repentinas jaquecas y ten lista una habitación de invitados, el
sofá no es el lugar para el reposo de un hombre.